miércoles, 25 de marzo de 2015

Con los ojos cerrados.

Creo en ti. 
En la porcelana que asoma de tu boca al sonreír.
En los abrazos que salvan días.
En que en tus manos reposan cómodas mis ganas de vivir.
En las horas que invertí en escribir biblias sobre tu espalda. 
En los que nunca me faltes que nunca te digo y dibujo con la mirada,
cuando no me miras.
En tus manos de niña pequeña agarrándose a mi espalda pidiendo que te estremezca.
En que cada amanecer es distinto cuando te quiero menos y te echo de más.

En que el cielo es lo más parecido a mirarte de frente y no saber qué decir.
En las palabras que escondo en la almohada por si algún día creo en nosotros,
Y no tanto en mí contigo a ratos breves.


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