lunes, 26 de enero de 2015

¿Lo habéis sentido alguna vez?

Hablemos de cuando el deseo se convierte en una persona con nombre y apellidos.
Cuando tienes un incendio en el pecho constante;
Y rezas porque no se apague.
Sólo sabes dejar que te eche más leña.

Hablemos de cuando despiertas por las mañanas con las bragas empapadas de deseo
por sentir sus manos dándote los buenos días.

Los planetas dicen que esto que tengo contigo no es ni vicio, ni manía;
sólo ganas de comerte hasta el alma.
Hoy, mañana, y pasado mañana.


martes, 13 de enero de 2015

Eres lo opuesto a Grace Kelly

Fuma como las actrices de Hollywood,
altiva y sensualmente.
Levantando una ceja,
mirándote como si no fueras suficiente para ella.
(Y no lo eres)
Y exhala poniendo ojos de tigresa, tranquila,
sabiendo que te correrías si te mirase así más de lo estipulado.
Con toda esa tranquilidad del gran felino que sabe que va a cenar bien antes de que se muera de hambre.

Te regalaría media vida y mis costillas por verte bailar hasta el amanecer,
bebiendo whiskey y fumando desnuda.
Porque tienes cosas que matarte dentro que yo jamás podré entender,
y que tú nunca querrás contar.
Te regalaría un trocito cómodo en mi memoria,
para que te instalases ahí de por vida,
con tus gestos y tu cara de muñeca de porcelana.

Almacenándote así,
con la cafeína de tus ojos viviendo dentro de mí.
Con tus ganas de ver el mundo arder,
conmigo o sin mí.


miércoles, 7 de enero de 2015

Le mira como miran los suicidas por la ventana del avión.

Que alguien acepte al suicida que llevas dentro y te saque de la carretera.
Te libre de los domingos de recuerdos.
Te abrace para dormir y jamás pida explicaciones de por qué te odias.
Que su mundo no gire en torno a ti, pero que lo pare por ti cuantas veces sean necesarias.

A fin de cuentas, que te elijan para perder el tiempo contigo debe ser algo parecido a ganar una carrera que te ha costado sudor y lágrimas;
o que suene tu canción favorita cuando estás triste y salgas a bailar.

Yo solo quiero bailar con alguien que no me pise los pies y que no me levante de la carretera.

No todos queremos que nos salven, sólo que nos cuiden y nos abracen un poco más de lo establecido.

Y eso es lo más cerca que estaré de alguien que decida perder el tiempo en mí.